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martes, 15 de septiembre de 2015

SI DECIDES CORTAR POR LO SANO NUNCA TE VUELVAS ATRÁS


Luego de una situación en la que planteas un reclamo en forma definitiva...no habrá vuelta atrás...¡Recuérdalo!

       Hola, hoy les traigo un tema que tiene una importancia crucial en el terreno de las relaciones. Sucede muchas veces que frente a reiterados reclamos de parte de la mujer (a veces ellos también reclaman) y ante el hecho de que él  no solucione el punto de conflicto, sucede que la mujer pone un límite, fija un plazo para el cumplimiento de aquello que desea que él resuelva…de hecho puede referirse a múltiples situaciones. Acá no importa de qué se trate, importa tu actitud frente al ultimátum que le has dado. ¿Cómo manejarlo?
      
       Generalmente el plazo que se fija es porque luego de un largo tiempo solicitando una solución, él ha evadido convenientemente la cuestión desapareciendo oportunamente hasta que se calmen las aguas o bien prometiendo una y mil veces que lo va a hablar pero no encontró el momento…en fin, la situación la ha desbordado y entonces se fija el plazo de cumplimiento, de lo contrario, si persiste la situación que dio origen al problema, la relación se termina…

       Obviamente tal decisión de tu parte mujer, conlleva un riesgo que todos conocemos: si tu otra mitad no está movida por un sentimiento importante, puede que no regrese…

     Si sucediera tal cosa, el primer consejo que te doy es: no te desesperes, reflexiona, recuerda que si tomaste una resolución extrema es porque la relación, tal como se encontraba, no podía seguir y – lo que es peor – te perjudicaba emocionalmente.

        Luego, no te pongas ansiosa, aún si te enteraras de que sale con otra mujer – si verdaderamente se encuentran destinados, se reunirán.

        Ten en cuenta que el tiempo que transcurra mientras están separados servirá para que ambos piensen en las razones que los distanciaron y maduren una decisión. Hay parejas que han estado distanciadas durante más de un año. Si el conflicto que han tenido es complicado, el tiempo de soluciones es mayor. He tenido casos en que se han reunido nuevamente al cabo de tres o cuatro meses y los resultados no fueron buenos. No hubo tiempo de maduración, de reflexión, las cosas se encontraban igual que al momento de separarse.

        Finalmente, si después de todo lo dicho te traicionara la ansiedad y decides volver antes de que él se pronuncie sobre si le hizo lugar a tus requerimientos, entonces deberás ser sumamente cuidadosa en la forma en que te dispones a manejar la situación. ¿Por qué?

        Primeramente si tú te arrepientes y decides volver a la relación, le estás diciendo con claridad que aquello que tú querías no era tan importante y quizá (seguramente) él vuelva a aquellas conductas que motivaron tus reclamos y el consiguiente alejamiento.

        Y Luego, si sucede otra vez algo parecido, él sabrá que tiene “la sartén por el mango” y que cuando regrese, tú o serás capaz de – antes de permitirle cruzar el umbral de tu puerta – no serás capaz de preguntarle qué resolvió sobre aquello que le planteaste antes de separarse.

        Recuerda siempre: las diferencias no se solucionan en la cama; no debes (él tampoco) usar el sexo o la intimidad para manejar una situación. Pasado el momento, él volverá a las andadas y tú a tus quejas y reclamos.

        Hasta la próxima, deseo que les haya parecido interesante. Cualquier consulta puedes realizarla a través de los comentarios en la página o mandar un e-mail a  profesora_1954@hotmail.com.

sábado, 5 de septiembre de 2015

AMISTADES PELIGROSAS:CONOCER A UN HOMBRE QUE RECIEN SE SEPARA







          Cuando una mujer se relaciona con un hombre que está transitando una situación de divorcio, parecería, en apariencia, que se tratara de una buena oportunidad a nivel afectivo (eso si en verdad la mujer tiene una atracción que va más allá de la simple amistad, claro). Por qué una buena oportunidad?, sencillamente porque el candidato en cuestión pasa a formar parte de la lista de los “sin compromiso”…pero el asunto es mucho más complicado: este hombre que llega a tu vida viene de un fracaso innegable y si la separación tuvo lugar en términos más o menos violentos, esto dejará huellas muy difíciles de borrar en su vida. Estas huellas sin duda alguna, afectarán cualquier relación que él entable luego del divorcio.
        Las mujeres, que muchas veces pecamos de demasiado comprensivas, solemos justificar los sentimientos muy poco constructivos de los hombres con respecto a estas situaciones: miedo a encarar otra relación, temor al compromiso, inseguridad afectiva, desorientación…por citar algunos síntomas.
        El asunto es que tú, mujer, te encuentras en el ojo de la tormenta, justo en el centro de ese caos. Te encuentras casi atrapada por el rencor y la desilusión…ahí estás tú, su posible nueva pareja…
        Todo bien, pero ahí hay un corazón que late por él. La pregunta es: ¿él lo escucha?. Y además, ¿qué siente él por ti?,¿te ha dicho algo acaso?. ¿Te ha regalado un paseo, una cena, una noche de amor?. ¿O acaso, sin decir palabra, se abalanzó sobre ti para tener sexo y dejarte llena de interrogantes y temores?. ¿Acaso te mandó flores?. No pido que vaya a la noche para darte una serenata…pero si su demostración de afecto, de amor, es acostarse contigo por unos cuantos minutos y luego desentenderse de ti hasta que le apetezca verte otra vez---¡creeme, esa “pareja” no tiene futuro. Este tipo de relaciones raramente prosperan…salvo que tú, mujer, estéis dispuesta a sufrir toda tu vida…Recuerdalo: en el amor se entrega y se pide el cien por cien.
        Hasta la próxima. Si tienen una consulta pueden enviarme un SMS a mi e-mail: profesora_1954@hotmail.com.  Espero que el artículo sea de vuestro agrado y sobre todas las cosas que les sirva en la vida. Un beso a todas.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

EL HOMBRE SALVADOR Y LA AUTOESTIMA EN LA MUJER




                Ante todo deberíamos definir la autoestima, ¿qué es? Podríamos decir que se trata de la conciencia del propio valor que cada uno tiene de sí mismo/a. Tener autoestima es quererse, darse valor (esto no tiene nada que ver con muestras mezquinas de falso orgullo que pueda lastimar a otros), se trata de darse el lugar que uno cree que se merece, exigir de otros una determinada forma de comportamiento, respeto, amor… ¿Tú tienes autoestima? ¿Te valoras? ¿Cuánto?

                Cuántas preguntas, ¿no?, pero es necesario hacérselas ya que poseer autoestima es el ingrediente fundamental a la hora de establecer relaciones de todo tipo, pero más importante todavía cuando se trata de relaciones afectivas.

                Si la pareja que se ha acercado a ti te ama lo suficiente, procurará que tu autoestima se eleve y seas un ser independiente. Ahora bien, como la independencia va de la mano de la libertad, si tu pareja es insegura, tratará por todos los medios de golpear tu autoestima para evitar que te afirmes, te relaciones y crezcas como ser humano por miedo a que eventualmente lo abandones.

                Estos mecanismos son sumamente perniciosos para tu integridad síquica y espiritual y serán la causa de que todo te salga mal. Con un índice tan bajo de autoestima no te creerás capaz de conseguir un empleo, un buen sueldo, cursar una carrera, aprender un oficio…es obvio que si tú misma no te tienes fe, las cosas saldrán torcidas y él te dirá que claro, es así, porque no eres capaz de nada, y se crea así un círculo vicioso del que es prácticamente imposible salir. Así dependerás siempre de él que, seguramente, si observa algunos de estos manejos, será tiránico y arbitrario. Ten por seguro que eso no es amor, aunque él te diga lo contrario, quien ama contribuye a que el otro (la pareja) se convierta en un ser pleno y feliz.

                ¿Cuál es la raíz de una baja autoestima? Si bien es cierto que el carácter básico de cada uno contribuye mucho a poseer una buena idea del propio valer de uno mismo, muchas veces, más allá de esto, la crianza de unos padres ignorantes o coartadores de la libertad de los hijos, les siembran desde pequeños ideas como: ¡No servís para nada! ¡Ya decía yo que era demasiado bueno para vos!, creando en ti una idea muy arraigada de que nunca lograrás nada bueno ya que no eres capaz de nada. Una forma para sacarte esas creencias que te demoran en la vida e impiden lograr lo que deseas es tratarte con un terapeuta. A veces pasan años antes de que pueda una persona evolucionar en sus pensamientos acerca de sí misma y lograr lo que se propone. Además, si fuiste criada de esa manera lo más probable es que caigas en manos de una pareja autoritaria que te impida realizarte, ya que todos, inconscientemente tratamos de reproducir la figura de los padres en las parejas. Por otro lado, una mujer íntegra que está acostumbrada a que la valoren y la inciten a realizar cosas y a triunfar, difícilmente se adaptará a una pareja que la desvalorice, sencillamente porque esto es desconocido para ella.

                   En cuanto al concepto del “hombre salvador” tiene mucho que ver con el tema de la mujer criada en una autoestima baja ya que, durante toda su vida se vio infravalorada, sintió que era insignificante y este hombre que se le acerca le dice que es importante para él, que es hermosa, todos halagos nuevos para ella, acostumbrada a que nunca tuvo ningún relieve en la vida familiar a que nadie le ha dado importancia nunca, este hombre entonces pasa a ser su dios…Ahora bien, si ese hombre no es bueno, puede llegar a manipularla hasta límites increíbles y entonces ella pasa de una esclavitud a otra y como no se valora y nunca tuvo a nada a nivel emocional, cree que este hombre es maravilloso y sigue en ese cautiverio emocional.

                   En próximas entregas, les enseñaré algunos ejercicios para fortalecer la autoestima. Hasta prontito.

jueves, 25 de noviembre de 2010

COMO INTEGRAR EL PASADO SIN QUE NOS DAÑE




        El pasado nos pertenece irremediablemente, forma parte de nuestra historia y no podemos prescindir de él. Todo esto es real y sería, además, perjudicial que olvidáramos aquellas experiencias que no nos resultaron satisfactorias ¿Por qué? Porque, sencillamente, cometeríamos los mismos errores que en su momento nos llevaron a sufrir desilusiones y decepciones.

        Si bien es verdad que el ser humano es el único animal que choca dos veces con la misma piedra, debemos ejercitarnos en el aprendizaje de integrar nuestro pasado, aprovechar la experiencia que nos ha dejado, pero sin permitir que nos duela nuevamente o, lo que es peor aún, que no nos permita avanzar…Vivir en el pasado es detenerse, sin perspectivas de nuevas experiencias a las que no accedemos por temor, en pocas palabras, es morir en vida.

                Convengamos en que un factor primordial en la elaboración de los duelos (amores frustrados, desengaños, muertes) es el tiempo. “El tiempo todo lo cura” dijeron y dicen…Pero, ¿cuánto tiempo? Pregunto esto porque recuerdo que una clienta una vez me comentó que elaborar el duelo de tres muertes de seres allegados, de su familia, le había tomado quince años. Esto, calculando sobre la base de una vida que durara sesenta años, implicaría una cuarta parte de la existencia. Esta mujer en particular falleció a los sesenta y cuatro años. Aunque respete la forma de ser de los demás y sus particulares formas de sentir, creo que es demasiado tiempo perder una cuarta parte de la vida en dolores y lamentaciones. Si sabemos mirar,  la vida despliega ante nosotros un gran abanico de posibilidades,  las cuales podremos descubrir, sólo dándoles una mirada, teniéndolas en cuenta.

                Volviendo al tema del aprendizaje y de la integración diré, pues que, si bien el paso del tiempo hace su obra, nosotros debemos colaborar con nuestro esfuerzo… ¿Cómo?...practicando el desapego, o sea, si bien recordamos los hechos, no debemos revivir cada escena, cada detalle que termina llevándonos a las lágrimas y la desesperación. El tiempo transcurrido debe transformarse en nuestro aliado y ayudarnos a mirar las situaciones del pasado con otra perspectiva, poder ver aquello que en su momento, por estar demasiado inmersas en una situación, no supimos ver y, por ende, manejar.

                Una de las conductas principales a seguir en este ejercicio del desapego es no permitirnos caer en las trampas mentales. Yo le llamo así a esas situaciones en que nuestra propia mente nos juega en contra llevándonos de a poco a recordar hechos y situaciones del pasado en que éramos felices con aquel a quien hemos perdido, situaciones que ya no son, y cuando queremos darnos cuenta, nos encontramos atrapadas en una situación dolorosa que no nos lleva a ninguna parte…o mejor dicho, nos conduce a un dolor intenso del que apenas podremos reponernos sin permitirnos avanzar en el camino que nos queda por delante.
                A este respecto, yo les propongo a mis clientas que practiquen un ejercicio que suele dar muy buenos resultados: imaginen que en una habitación de nuestra casa, hay - pendiendo del techo - una hoz muy afilada y que para poder salir a la calle, deben pasar muy cerca de ella, con peligro de que las lastime. ¿Qué harías? Les pregunto.

                En general, la mayoría propone pasar sin permitir que la guadaña las lastime, otras proponen quitar la guadaña (olvidar el pasado completamente) o no salir a la calle (quedarse en el tiempo y no seguir con su vida). La primera propuesta es la coherente ya que esa afilada guadaña que lastima es el pasado al que debemos tener presente aprovechando sus enseñanzas (pegamos un rodeo alrededor de la guadaña y salimos a la calle). Al salir a la calle estamos impidiendo que nos lastime otra vez o que nos  impida seguir con nuestra vida; obviamente la calle simboliza la continuidad de nuestra existencia y la búsqueda de nuevas experiencias. En la articulación de estas dos situaciones está la clave para sobrevivir al pasado y servirse de sus enseñanzas para continuar con nuestra vida. Ensáyenlo, ¡Buena suerte!

sábado, 2 de octubre de 2010

El Amor, una cuestión complicada



Cuando éramos niñas nos enseñaron que una chica y un chico se conocían, se enamoraban, se casaban (en ese orden) y vivían felices para siempre. En realidad, la película debió empezar ahí…luego del casamiento, o, para actualizarnos un poco, a partir del comienzo de la convivencia, ya que el casamiento o la vida en común no es el final sino el comienzo de un largo camino, sembrado de muchos obstáculos a veces difíciles de sortear…

Yo creo, a riesgo de ser o parecer anticuada, que uno de los problemas más graves (de hecho la lista es generosa) que impiden la permanencia o florecimiento del amor es el excesivo apego a la libertad y al placer, o sea, soy libre, hago lo que quiero, me gusta tal, me gusta cual, voy y ¡adelante!. Esto se aplica a hombres y mujeres… De hecho, no condeno la búsqueda del placer ya que forma parte esencial de la naturaleza humana; lo condenable es cuando esta búsqueda se transforma en un único móvil, un solo motivo, se agota en la búsqueda de placer por el placer mismo.

Muchas veces un momento de diversión así encarado, se paga caro, debido a que en toda relación humana – mal que nos pese – tarde o temprano intervienen los sentimientos (recordemos al caprichoso Eros disparando flechas a ciegas) es decir, podemos llegar a desarrollar emociones y expectativas imposibles de imaginar y de manejar con una persona con la cual lo único que nos motivó fue un encuentro divertido, un chispazo de intimidad o como se le llame.

Podría afirmar que el hombre más que la mujer, en un alto porcentaje, diría yo, rehúye sistemáticamente al compromiso y – por ende – este sobrevalorado amor a la libertad lo lleva a desarrollar sólo contactos ocasionales con escapadas y reapariciones que la mujer no entiende pero que la mayoría de las veces justifica.

Frente a esta situación y por miedo que el hombre se ponga en fuga, la mujer deja que se maneje con total libertad y así lo que logra es que él jamás se defina solucionando la situación que impide que la pareja se concrete firmemente.

Por otro lado, resulta sumamente desgastante tener un encuentro íntimo sabiendo que luego, tal vez pase mucho tiempo antes de volver a verlo…quizá luego de un mes o dos se te presente en tu casa o te lo encuentres casualmente y, por supuesto, no te dará ninguna explicación por su desaparición. Está en ti, amiga, lograr una continuidad en la relación y sobre todo, hacer que te respete. Si tú no te respetas, no te amas, así que él tampoco lo hará…

En cuanto a los arcanos del tarot que reflejan esta situación de excesivo apego a la libertad tenemos una carta clave: El Loco, esta es la carta, entre otras significaciones, del que se marcha con su hato de ropa a la espalda, a disfrutar el mundo, caminando sin rumbo fijo, dejando atrás el pasado…cuando alguna mujer me pregunta qué siente el hombre por ella y sale esta carta, realmente hay muy pocas garantías de permanencia o de sentimientos hacia ella…Este hombre valora mucho más su libertad que la relación que ella pretende sostener. Si el arcano sale invertido es peor aún ya que apunta a mayor irresponsabilidad e inestabilidad, inclusive mental, además de afectiva.

sábado, 31 de enero de 2009

LAS SEÑALES INFALIBLES DE QUE TU MARIDO TE ENGAÑA





Hola, mis queridas lectoras ¿Cómo andan? Hoy les traigo un artículo que escribí para aflojar un poco las tensiones de la vida diaria y de los problemas. Después de todo, un poco de humor siempre viene bien.
Hoy les entrego, aunque en su versión humorística, un tema que es el fantasma de muchas mujeres y de varios hombres también: la infidelidad. Así que diviértanse un rato y tomen en cuenta mis sugerencias que todas son verdaderas, aunque, quizá un poco exageradas.
¿Cuáles son las señales de que tu marido podría estar engañándote?
En el último veraneo te decía que se iba a caminar y desaparecía por dos horas, una de tus vecinas de carpa lo vio colgado de un teléfono público en un boliche a tres kilómetros de donde estaban ustedes. ¿Y el celular?, tu pregunta obligada….”Me olvidé de cargarlo anoche”. En eso suena el celular (risita nerviosa) ¿raro no? ¡Quién entiende a esta tecnología de mierda!
Te compra un perfume que no conoces, que no le pediste, no es tu cumpleaños, vale un huevo y te dice que te lo pongas (ojo, la amante y la mujer deben usar la misma fragancia, así cuando vuelve de intimar con la yegua, no le olfateas hasta los calzoncillos porque huele raro). Así que todavía encima de que te engaña, tenés que usar el mismo perfume que usa la “potrillita”
Aparece todas las noches a las dos de la mañana diciendo que en la oficina hay inspección. De repente llama el jefe diciéndote a ver si le podes avisar que esta semana venga aunque sea un día a la oficina para arreglar algunos asuntos antes del viernes que se va Miami……¡¡¡¡¡¡Ehhhhhh!!!!!! ….Ah, el jefe te felicita y te desea una feliz estadía en Orlando….la secretaria ya sacó los dos pasajes…
Vuelve de la calle con ropa nueva de Armani porque el viernes próximo tiene una convención…en Miami. Pero vos no vas a acompañarlo, es un viaje de negocios, en una semanita vuelve.
Está con vos mirando tele mientras cenan y le podés poner un cocodrilo al horno en el plato y no lo nota.
Le preguntas: ¿Qué te pasa? Te mira como alucinado: ¿A quién, a mi? (tratás de no pegarle diciéndole: ¡Noooooooooo al vecino!!!!!!) Nada….¿Por?. Vos que no sabés qué decirle: “Nada….no pasa nada….nunca pasa nada, serán ideas mías” (Te vas para no matarlo, el trapo rejilla quedó estrellado en la cara de tu mascota que no entiende bien qué está pasando…no importa, vos tampoco entendés.)
Suena el celular y con la excusa de que adentro no hay señal, se va a hablar afuera aunque diluvie, esté nevando o haya más ruido que adentro.
Aprovecha la menor ocasión para armar una trifulca y mandarse a mudar a cualquier hora del día o de la noche. Sale golpeando la puerta y pegando un alarido que hace huir despavorido al gato: ¡Acá no se puede vivir!
Podés teñirte el pelo de verde, cambiar de ropa, salir desnuda a la calle….No lo notará.
Suena el teléfono fijo a las tres de la mañana, habla dos horas, discute y cuando cuelga y le preguntas quién era, te dice “número equivocado…seguí durmiendo”.
Le descubrís en la liquidación de la tarjeta de crédito una cuenta infernal en concepto de cenas en lugares caros, un paseo de fin de semana al Uruguay, un hotel carísimo, sitios a los que no te llevó en tu perra vida…Cuando lo encaras de una, mientras manoteás una cuchilla, pone cara de circunstancia y te dice que le prestó la tarjeta a su amigo Eduardo… que la agasajó a su esposa para salvar su matrimonio. Acto seguido, sale a caminar un rato.
Suena el teléfono y atendés….casualmente es Eduardo…le preguntás por su mujer. “Bueno, supongo que bien, hace ya un año que nos separamos, Jorge te habrá contado…”
Entra Jorge con un champagne, una rosa, un conjunto rojo para una noche de sexo salvaje, se acerca y te sonríe….tomó…mucho… apenas se mantiene en pie… Trae un ojo negro…quizá lo quisieron asaltar…
En ese momento suena el teléfono y una voz de mujer muy enojada te dice: “Ahí te lo mando al borracho ese….te lo regalo con moñito y todo, después de la cagada que se mandó me va a convencer con una bombacha y un champagne…! Cuelga. Ya sabés el porqué del ojo negro…¡las noticias corren rápido!... no fue un asalto… la yegua te ganó de mano…
El, te sonríe estúpidamente mientras afirma que para él no existe más mujer que vos y que por eso trae la ropita, el champagne y la rosa…
Epílogo:
Cuando se aviva de que hablaste con Eduardo, que la que llamó por teléfono era la otra y ve tu cara y la cuchilla, sale corriendo con la flor, la bombacha, el corpiño y el champagne y se hace humo en medio de la noche.
Estas señales, aunque en menor grado son todas reales, después de veinte años asesorando a clientas con problemas afectivos las conozco a todas. ¡Hasta la próxima, chicas!

sábado, 24 de enero de 2009

EL AMOR “LIBRE”: ¿UN DERECHO O UNA CONDENA?



Hola, queridas lectoras. Hoy llego a ustedes con un tema sobre el que se ha hablado tanto que parecería que ya no queda nada que decir…las relaciones libres…Esto a simple vista parece tan fácil de hacer como lo es afirmarlo. Pero como toda acción humana, conlleva sus riesgos…
Ante todo, me gustaría hablar un poco de la palabra libertad en este tema: el de las relaciones íntimas, románticas. Este, como ya lo he dicho anteriormente fue un tema largamente explotado y a partir de la aparición de la famosa píldora anticonceptiva, allá por la década del 60, parece que el asunto fue tomando proporciones nefastas. Nefastas porque creo yo que la píldora en el contexto de los sesenta tenía una significación que hoy día se ha perdido para siempre. Por aquellos años, tener a mano un medio fácil y al alcance de cualquier presupuesto que impidiera concebir era una forma de tener relaciones, dentro o fuera del matrimonio, llamémosle, noviazgo, sin verse obligados a tomar una resolución repentina por la aparición de un embarazo no deseado o bien tener que enfrentar las penosas alternativas de efectuar un aborto. Si bien la relación existía, no así la decisión de una convivencia, o bien aún tenían que afianzar ciertos aspectos de la pareja…Pero hoy día, este planteo puede resultarle gracioso a más de una chica o chico que lo lea….hoy en día, lamentablemente, los contactos íntimos se suceden mucho antes de tener una idea de al lado de quién estamos acostados. Es decir, no hay, no existe el tiempo para conocerse un poco, descubrir si realmente existe una afinidad o qué permanencia promete la supuesta pareja.
Obviamente, las mujeres han tomado esta actitud tras un largo camino de subordinación al hombre y a una sociedad injusta que, a comienzos del siglo pasado, no tardaba en murmurar y discriminar a cualquier chica que osaba cambiar de novio una vez que éste había entrado a la casa y había pedido formalmente su mano…Así como lo oyen…el comentario obligado ante una ruptura sentimental no se hacía esperar: “Algo habrá descubierto que el muchacho no le cumplió…” A nadie se le ocurría pensar que tal vez la novia había descubierto cierto vicio secreto en la conducta del novio que más tarde la iría a llevar a un matrimonio infeliz….para el común y la mayoría de la gente, ella había sido la que seguramente había cometido alguna falta.
Hoy, nos encontramos exactamente en la otra punta, en el otro platillo de la balanza: Las mujeres se lanzan a tener relaciones íntimas con hombres que apenas conocen, forjando tal vez planes o ilusiones que quedan en eso, en meras ilusiones porque ellos tampoco tienen nada decidido y solamente aprovecharon un momento de placer que se les presentó fácilmente y tal vez luego….desaparecen. Esto genera desconcierto y dolor en muchas mujeres que no saben bien a qué atenerse: ¿Qué le habrá pasado? No lo vi más, tuvimos una vez de intimidad y luego, bueno… desapareció. Este es el planteo mayoritario que tengo en mis consultas de tarot. La verdad es que no estoy juzgando tal comportamiento, simplemente soy testigo, como consultora sentimental, del daño que le hace a la mayoría de las mujeres y por eso no lo comparto.
Yo quiero aclararles a mis lectoras que, si bien no hay fórmulas para que el amor funcione, si existen ciertas pautas. El amor no es el sexo; éste es un momento de placer que puede hacernos sentir muy bien, que complementa a una relación. Una relación es algo que va mucho más allá…el amor es ese sentimiento que hace que la persona que tenemos al lado sea irremplazable…para nosotras y ¡Atención! También para ellos….sino no sirve. El debe valorarnos, desear intensamente estar con nosotras (no solo en la cama) sino compartiendo su vida, su transcurrir. Tenemos que fijarnos en lograr esa comunión mental y espiritual que es, sin lugar a dudas, el gran secreto del amor.
Así, volviendo al tema del amor libre, quisiera decirles que eso no es amor, es un impacto, una atracción (que ni siquiera sabemos si del otro lado fue igual, (el hecho de que él haya querido tener intimidad contigo no significa que exista ese lazo especial), es un dejarse llevar a veces con hombres comprometidos –otro gravísimo error del cual hablaré en otra nota -, una relación que no puede llamarse relación, es un encuentro casual, la mayoría de las veces terminan en nada. La clave sino la fórmula perfecta para lograr un margen más amplio de éxito es, sin lugar a dudas, darnos el tiempo necesario para saber qué sentimos (nosotras y ellos) antes de avanzar en la relación, ya que nosotras estamos arriesgando nuestros sentimientos al quedar a la espera indefinida del regreso de un hombre con el que hemos tenido una relación íntima pero que sin embargo es un perfecto desconocido….No lo olviden.